Michel Eyquem de Montaigne
No importa lo que queramos ni cuánto lo queramos, pues estamos condenados a repudiarlo en cuanto lo conseguimos. Somos así, amamos los retos; cuanto más difícil es obtener algo, más interés ponemos en ello y el hecho de parecer imposible no es un motivo para no intentarlo. Nos enfadamos, gritamos, amenazamos con rendirnos cuando la cosa se complica pero, aun así siempre hay algo en nosotros que nos incita a "seguir intentándolo". Y después, las ocasiones en que estamos a punto de alcanzar nuestra meta, nos sumergen en un frenesí que nos lleva al éxtasis.
¿Será esta la única felicidad que podemos obtener de nuestros anhelos antes de lograrlos y perder el interés?
1 comentarios:
No importa lo que queramos ni cuánto lo queramos, pues estamos condenados a repudiarlo en cuanto lo conseguimos
estoy completamente deacuerdo con esa frase (desgrciadamente =( )
Publicar un comentario